09/02/2025
Entre la multitud de películas que se han filmado sobre el frente del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, None but the brave, titulada en España «Todos eran valientes» resulta una rara avis, especialmente para la época en la que fue rodada. Se trata de una cinta -¡Dios, qué gusto da poder decir «una cinta» y que sea verdad!- coproducida por EEUU y Japón en 1965, que cuenta las vicisitudes de un grupo de soldados estadounidenses que se estrellan en una olvidada isla del Pacífico sin nombre, lejos del teatro de operaciones bélico, habitada por un grupo también perdido de soldados japoneses.
Tras unos primeros enfrentamientos, ambos grupos se dan cuenta de que su propia supervivencia está en riesgo, no sólo por la presencia del enemigo, sino por las duras condiciones de habitabilidad de la isla, lo que les lleva a establecer una cierta cooperación. Eso les hace replantearse cómo ve cada uno a su enemigo, la humanidad que hay en el contrario y lo absurdo de matarse entre ellos en un lugar remoto que a nadie importa.
Esta película fue un proyecto personal de Frank Sinatra, que la produjo y la dirigió, además de contar con un papel destacado en el reparto como un enfermero algo cínico, hedonista y aficionado al whisky, que junto con los oficiales mayores estadounidense y japonés, es de los primeros en darse cuenta de la realidad de su situación, a pesar de la beligerancia de los oficiales y suboficiales menores, a quienes tienen que contener en varias ocasiones para que no empeoren las cosas.
En mi opinión, una de las primeras películas antibelicistas del género, que luego inspiraría otras como «Infierno en el Pacífico» (1968), la cual a su vez inspiraría «Enemigo mío» (1985), ya dentro del género de ciencia-ficción, y aunque puede que técnicamente no supere a estas dos últimas, a mí me ha parecido más emotiva, por lo que tiene de novedoso que ambos bandos se vean representados como personas arrastradas a aquella situación por sus propias circunstancias y las de una guerra que a todos les queda grande. En su día no cosechó demasiadas buenas críticas, e incluso en Filmaffinity tiene una puntuación de 5,8 sobre 10, lo cual me parece injusto para una película que se atrevió a contar las cosas de un modo diferente a lo que era habitual.