• 1/4 Kg de champiñones frescos
• 60 g de mantequilla (3 cucharadas)
• 4 cucharadas de harina
• 1/2 l de leche
• 1 l de caldo
• Pimienta blanca
• Sal

Preparación

Se limpian los champiñones, se les quita la parte arenosa, se lavan rápidamente con abundante agua. Se pone la leche al fuego y, cuando está cociendo, se echa la mitad de la mantequilla y los champiñones. Se tapa y se dejan cocer durante 20 minutos. Se sacan los champiñones y se reservan unas 12 cabezas, las más pequeñas. El resto, se pone en una trituradora, junto con la leche en la que han cocido (pero dejándola reposar un rato para que se pose la arena que siempre suelta el champiñón), echándola suavemente y sin apurar el fondo. Se tritura el conjunto.

Con el resto de la mantequilla, se pone la harina en un cazo. Cuando se ha mezclado bien, se añade un poco de caldo y el contenido de la trituradora. Se deja cocer hasta que espesa y ya no sabe a harina cruda. Se le añade caldo hasta que quede cremoso pero claro.

En el fondo de la sopera se ponen los champiñones que se reservaron, se espolvorea con perejil picado, si se desea y, si tiene que esperar mucho tiempo, se ponen unas bolitas de mantequilla por encima, para que no haga «nata», se tapa bien y se deja en un lugar donde no se enfríe del todo pero donde tampoco cueza.