• 4 patatas grandes
• 8 huevos
• 50g de queso rallado fino
• 1 cucharada de perejil picado
• 60g de mantequilla o margarina
• 1 cucharada de cebolla picada
• 1/4 1 de leche
• 1 cucharada de harina
• Sal

Preparación
Las patatas se lavan bien y se ponen a cocer, sin pelarlas, durante 1 hora. El fuego debe ser suave para que no se abran. Se secan después con un paño y se cortan por la mitad, haciendo un hoyo en el centro, para que quepa en él la yema de un huevo.

Se pone a derretir la mantequilla y se echa un poco en el hoyo de cada patata. Se van cascando los huevos dentro de los huecos practicados, echando la yema pero no toda la clara (hay que quitar la mitad de la misma) Se colocan en una placa de horno. Con la mantequilla restante, se fríe la cebolla hasta que se dore, Se añade la harina y la leche, haciendo una bechamel que ha de quedar espesa. Se sazona de sal y, si se desea, de un poco de pimienta blanca, Se mezcla con el queso rallado v, con una cuchara, se van tapando los huevos con la bechamel. Se espolvorea con el perejil y se mete todo a horno fuerte durante 10 minutos. Si al cabo de ese tiempo no se hubieran dorado, se ponen a gratinar un momento. Con ayuda de una espátula se van colocando en la fuente de servir.

Han de tomarse calientes.